Ayer, Surrey celebró con gran entusiasmo el Día de Canadá, un evento que no solo conmemora la identidad nacional, sino que también honra las ricas tradiciones y diversidad cultural que enriquecen esta vibrante comunidad. El día festivo se llevó a cabo en los territorios ancestrales, tradicionales y no cedidos de los Pueblos Salish, incluyendo a los q̓ic̓əy̓ (Katzie), q̓ʷɑ ̓ƛ̓ən̓ (Kwantlen) y sǝmyámǝ (Semiahmoo).
Desde las primeras horas de la mañana, familias y amigos se congregaron en los diversos espacios habilitados para la celebración. La jornada comenzó con una ceremonia de apertura que rindió homenaje a los pueblos indígenas originarios de estas tierras, destacando su historia, cultura y contribuciones a la comunidad. Tambores tradicionales resonaron mientras se ofrecían oraciones y se compartían historias ancestrales, recordando la importancia de la reconciliación y el entendimiento mutuo.
Durante todo el día, los asistentes disfrutaron de una amplia gama de actividades culturales, artísticas y recreativas. Desde puestos de comida que ofrecían delicias gastronómicas de diversas culturas hasta exhibiciones de artesanías y arte local, el evento fue una verdadera celebración de la multiculturalidad canadiense. Artistas locales deleitaron al público con sus actuaciones musicales y danzas folclóricas, mientras que los más pequeños participaron en juegos y actividades educativas diseñadas para fomentar el aprendizaje y la diversión.
Un aspecto destacado del día fue la exhibición de fuegos artificiales al caer la noche, que iluminaron el cielo con un espectáculo de colores y luces, simbolizando la unidad y el espíritu comunitario de Surrey. Este momento mágico y emocionante fue compartido por miles de residentes y visitantes, quienes se unieron para celebrar el orgullo de ser canadienses y la belleza de la diversidad que define a este país.
Además de la celebración festiva, el Día de Canadá en Surrey también sirvió como una oportunidad para reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la nación, especialmente en términos de reconciliación con los pueblos indígenas y el compromiso de construir un futuro inclusivo y equitativo para todos los canadienses.
En resumen, el Día de Canadá en Surrey fue un evento memorable y significativo, lleno de alegría, cultura y comunidad. La celebración no solo fortaleció los lazos entre vecinos y amigos, sino que también reafirmó el valor de la diversidad y la importancia de honrar las raíces indígenas que dan forma a la identidad canadiense.
Jose Romero
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