En Canadá, miles de Temporary Foreign Workers (TFW) llegan cada año con la esperanza de construir un futuro mejor para ellos y sus familias. Sin embargo, muchos desconocen que su permiso de trabajo cerrado (closed work permit) los ata a un único empleador, incluso en situaciones de abuso laboral o explotación.
Detrás de esta restricción existe una combinación de razones económicas, regulatorias, políticas y de control migratorio. Aquí te lo explicamos paso a paso:
1. Control sobre el mercado laboral
El permiso cerrado está vinculado a un empleador específico que obtuvo un Labour Market Impact Assessment (LMIA), un documento que autoriza la contratación de personal extranjero.
El LMIA demuestra que no hay suficientes canadienses o residentes permanentes para cubrir el puesto.
Si los TFW pudieran cambiar libremente de empleador, el argumento del LMIA perdería validez, ya que el trabajador podría ocupar un puesto no autorizado en otro lugar.
2. Protección del sistema laboral canadiense
El objetivo oficial de este sistema es proteger las oportunidades laborales para ciudadanos y residentes permanentes.
Los permisos cerrados limitan la entrada de trabajadores extranjeros a sectores específicos.
Si los TFW tuvieran permisos abiertos, podrían competir con trabajadores locales, lo que podría reducir salarios y generar conflictos sindicales.
3. El poder económico de los empleadores
Los programas de TFW benefician principalmente a sectores con alta demanda de mano de obra barata, como:
Agricultura
Construcción
Hotelería
Limpieza y mantenimiento
Atar a los TFW a un empleador específico:
Reduce su poder de negociación.
Permite a las empresas mantener costos laborales más bajos.
Favorece a empleadores que prefieren trabajadores con pocas opciones de renunciar.
4. Herramienta de control migratorio
El sistema también funciona como una estrategia de control:
Permite a IRCC y ESDC saber exactamente dónde y para quién trabaja cada TFW.
Reduce el riesgo de que los trabajadores cambien de empleador y trabajen sin autorización.
Facilita auditar el cumplimiento de las condiciones del programa.
5. Vulnerabilidad intencionada
Aunque no se menciona oficialmente, el diseño de los permisos cerrados genera dependencia del trabajador hacia el empleador:
Muchos temen denunciar abusos laborales por miedo a perder su estatus migratorio.
Esto favorece sectores con poca fiscalización y alto riesgo de explotación laboral.
Existen permisos abiertos por abuso laboral, pero el proceso es complejo, lento y muchos trabajadores ni siquiera saben que existe.
6. Avances hacia mayor protección
Canadá ha comenzado a reconocer las fallas del sistema y los riesgos de abuso.
Desde 2019 existe la opción de solicitar un Open Work Permit for Vulnerable Workers, pero:
Se requiere evidencia clara de abuso o riesgo de abuso.
El trámite no es automático ni rápido.
La falta de información hace que muchos trabajadores no lo utilicen.
Conclusión
El permiso de trabajo cerrado es un mecanismo que:
Protege el mercado laboral canadiense.
Favorece a los empleadores que invierten en contratar personal extranjero.
Permite un mayor control sobre la movilidad de los TFW.
Pero también…
Limita los derechos laborales.
Deja a muchos trabajadores en situación de vulnerabilidad.
Facilita condiciones que pueden derivar en explotación laboral.
En Nuevo en Vancouver, creemos que es fundamental informar y empoderar a los trabajadores temporales para que conozcan sus derechos y sepan dónde buscar apoyo.





